Que lo daría todo por abrazarte,
Y besarte...y tenerte entre mis brazos,
De nuevo, como siempre...entre la calma,
Entre el susurro del mar cuando llega a la orilla,
Entre la luz de las estrellas a cuál más envidiosa
Porque estoy contigo y no con ellas...
Que lo daría todo por besarte,
Y mirarte...y tenerte entre mis brazos,
De nuevo, como siempre...entre la arena,
Mirando al mar, arropadas por la suave brisa
Del viento que nos une a él...
Sin comienzo, sin fin...sin límites.
Que lo daría todo por tenerte..
Entre mis brazos, junto a mis labios..
Simplemente tenerte...y mirarnos,
Y besarnos, y abrazarnos...
Ahí...en la orilla, junto al mar,
Junto al viento, observando las estrellas
Mero reflejo de nuestro amor,
Tan profundo como infinito.
domingo, 25 de enero de 2009
domingo, 18 de enero de 2009
un simple camino
Cuando encuentras a alguien a quien dar tu vida, ya no tiene sentido esperar nada más porque ya lo has conseguido todo. La vida te da y te quita, y no hay nada más triste que esperar algo de alguien sabiendo que nunca llegarás a tener ese algo. Las personas, así como aparecen en tu vida, desaparecen, sin mediar palabra, sin dejar huella o rastro, sin un motivo o explicación que deshaga tus dudas. Todos tenemos un camino, todos vamos en la misma dirección, por eso, sólo cuando chocas contra alguien, es cuando realmente empiezas a estar vivo y a darte cuenta que lo que te rodea no tiene importancia, sino, que lo importante es aquello que te hace sentir diferente al tenerlo cerca y poder tocarlo. La vida es un resumen de todo, y ese todo lo conformas tú con tu propio pasado. No somos títeres que bailan al son de lo que la vida quiere, sino que somos mucho más que eso, mucho más que un mero trozo de madera cuyas cuerdas se van deshilachando a medida que pasa el tiempo. Si lo diferente es lo raro, qué maravillosa sería la vida si pudiera encontrar en alguien esa rareza tan especial.
Llamamos loco a aquél que ama sin medida ni razón, pero más loco es aquél que ama por amar sabiendo lo que siente su corazón. El amor es un sentimiento y, como tal, no tiene razón de ser. Nada le es comparable; imposible de describir, y quien ose hacerlo, que le tomen por loco, pero un loco con cura, como al resto.
Llamamos loco a aquél que ama sin medida ni razón, pero más loco es aquél que ama por amar sabiendo lo que siente su corazón. El amor es un sentimiento y, como tal, no tiene razón de ser. Nada le es comparable; imposible de describir, y quien ose hacerlo, que le tomen por loco, pero un loco con cura, como al resto.
miércoles, 14 de enero de 2009
Y es verdad...
Y es verdad que la vida cambia cada día,
que los sueños se hacen realidad,
que a pesar de la tristeza,
la vida lleva consigo un ápice de alegría,
que una mirada es mejor que cualquier palabra,
Y es verdad…
y es verdad que cuando te miro veo más allá de la nada,
veo un mundo nuevo por conocer,
veo un cielo lleno de estrellas
en las que cada día me pierdo
sólo con el fin de poder encontrarte
y abrazarte y acariciarte,
y sentirte a mi lado como la primera vez,
como aquel beso que camina junto al olvido
guiándose por su eco.
que los sueños se hacen realidad,
que a pesar de la tristeza,
la vida lleva consigo un ápice de alegría,
que una mirada es mejor que cualquier palabra,
Y es verdad…
y es verdad que cuando te miro veo más allá de la nada,
veo un mundo nuevo por conocer,
veo un cielo lleno de estrellas
en las que cada día me pierdo
sólo con el fin de poder encontrarte
y abrazarte y acariciarte,
y sentirte a mi lado como la primera vez,
como aquel beso que camina junto al olvido
guiándose por su eco.
martes, 13 de enero de 2009
..una simple mirada..
Todo ocurrió así, de repente, como quien se asoma a un acantilado y se precipita al vacío desde su mente, sintiendo el oleaje contra las rocas en su cuerpo, desnudo, tal vez con un simple pañuelo cubriendo parte de su rostro. Allí me encontraba yo, sola, perdida, vagando en la nada, buscando algo que diera sentido a todo, a nada, tal vez a algo. Comencé a caminar sin saber hacia dónde me dirigía. Mis pasos eran pesados, sentía la suela de mis zapatos en cada pisada. Pero algo me detuvo, algo me llamó la atención, algo hizo que sin más, girara por momentos la vista y clavara mi mirada en la tuya. Sentí de nuevo esa sensación, ese acantilado, ese oleaje, esta vez contra mi pecho, ese dolor contra las rocas sin que el pañuelo pudiera mermarlo. Por un momento creí poder esquivar esas rocas sin que el oleaje me llevara hacia ellas, por un segundo creí haberme salvado, por un segundo creí estar soñando, por un segundo creí haberte encontrado. Cerré los ojos, conté hasta tres, y antes de abrirlos, algo humedeció mis labios...eran los tuyos, cálidos y suaves, de los que nacía un intenso y profundo beso. De nuevo, volví a sentirme en ese acantilado, pero esta vez, no era yo la que estaba entre el oleaje, esta vez, me había salvado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)